La paella de pollo es una de las versiones más queridas y accesibles, perfecta para quienes buscan un sabor familiar y reconfortante.
Elaborada con arroz, pollo tierno, verduras frescas y un sofrito tradicional, se cocina a fuego lento en paellera hasta alcanzar el punto exacto de cocción. El azafrán realza su color dorado y su aroma irresistible.
Esta receta se ha popularizado en todo el mundo por su sencillez y autenticidad, convirtiéndose en un plato ideal para compartir en reuniones familiares o comidas entre amigos.
Un clásico que nunca pasa de moda dentro de la gastronomía española.